La anti-cita anti-romantica

Cuando uno prepara una cita, por sencilla que sea... intenta que las cosas salgan bien. Y no hablo de fuegos artificiales, una cascada, delfines saltando en albercas encima de los implicados... no... Hablo de un mínimo de ambiente cálido y agradable para el momento. Máxime si una persona viene de otra ciudad y por lo menos quieres que su estancia sea agradable....
Pero... como diría un amigo.... la vida no es fácil y vender pozole tampoco....
Toluca, domingo, 11:30 pm. De antemano, sabía que iba a ser complicado encontrar un sitio abierto para tomar algo, cenar, o por lo menos sentarse en un lugar cómodo. Inicia el recorrido, para empezar... yo no se quién fue el premio Nobel que diseño el estacionamiento de Plaza Sendero... digo, a lo mejor yo soy tan guey que puedo no encontrar la salida... pero eramos 3 tontos, siguiéndonos, buscando por donde llegar a paseo Tollocan, en fin, ya afuera del recinto, empezamos la prereginación. Primer lugar, cerrado, segundo lugar, cerrado... tercer lugar... adivinen.... también cerrado, cuarto lugar, por cerrar, total... que.... terminamos donde empezamos... en el hotel. Yo no entiendo por que carajos, en un hotel que se supone que es más o menos decente, no tienen una pinche máquina de refrescos que funcione.... nooooooooo... tienes que esperar que el pobre vigilante, que a la vez es bell-boy, a la vez es chico de los recados y probablemente sirva el desayuno en las mañanas, vaya por la llave y con gran dinamismo (ironía) abra el "refrigerador" (entrecomillado por que seguramente mi horno de microondas enfría más).
Ya con una coca caliente, nos sentamos en el "comedor" a platicar, amablemente nos habían dejado fumar en el interior... eso si... el mismo vigilante nos fue a buscar un cenicero, el cual llegó cuando ya no nos hacía falta... menos mal que no nos dio un paro cardíaco, por que si hubiésemos tenido que confiar nuestra vida a su "pronta" ayuda.... taríamos re-jodidos.
A las 12:15 no había ningún alma aparte de nosotros dos, la recepcionista y el multifuncional vigilante. Creo que en un funeral se escuchan más ruidos... Decidimos irnos al coche para por lo menos oír algo de música y fumar más agusto.... y eso lo logramos... aunque cabe destacar que los efectos colaterales fueron desastrosos.... un frío del carajo (por que fumar con las ventanillas cerradas pos también era un poco tonto) y un olor.... un olor... un olor que a Pepe Le Pu seguramente le hubiera causado asco... y es que claro... el río Lerma de noche... tiene un buen bouquet... La vista también era espectacular... trailers para arriba.... trailers para abajo.... en fin.... dos horas de aventuras que dejaron en claro 3 cosas:
1.- Toluca sucks
2.- Lo importante es la compañía y no el escenario
3.- No será fácil olvidar una anti-cita anti-romantica como esta.
P.D. tic tac