martes, 4 de diciembre de 2007

Perdón

Algo de hace unos añitos.

Te pido perdón por incluirte en mis pensamientos sin tu permiso.
Y, es que no fue mi intención, sucedió de pronto, como suceden las mejores cosas de la vida.
Estaba yo un día pensando, y de pronto, apareciste tu.
Andabas como extraviada, dubitativa, con la impresión de estar perdida.
Pero, no fue a propósito, no te llamé. Tan sólo llegaste de improviso.
Quizás en el peor momento, quizás, pero bienvenida seas.
"Siéntate por favor", "¿Quieres tomar algo mientras te pienso? Prometo ser breve."
"Te aclaro que no puedo asegurarte que no te vuelva a incluir en ellos."
"No te impacientes, ya falta poco. Tan sólo déjame aprehender cada detalle de ti, sólo por si algún día no estas disponible."
"Listo. Ya puedes disponer de tu persona. He terminado de pensarte, al menos por hoy."